La huella



—Mete la mano en el cemento —dice ella.
—¿Para qué? —le pregunto.
—Para que dejes huella en mi vida, claro —ríe ella—. Y piensa en los arqueólogos del futuro, cuando desentierren esta casa y encuentren la huella de tu mano. Creerán que eras un tipo importante y se volverán locos intentando descifrar qué tratabas de decir y quién eras. Habrá distintas teorías y será como si tuvieras múltiples vidas, múltiples vidas después de muerto.
Decidí que valía la pena mancharse la mano.


No hay comentarios: