First there is a mountain



—Soñé que en las montañas no había nieve, sino harina, lo que sería muy práctico para acabar con el hambre en el mundo. Sólo con la cantidad acumulada en el Himalaya, ya podríamos hacer pan durante décadas, por lo menos.
—En cambio, si fuera azúcar, tendríamos un problema grave. Los niños emigrarían a las montañas; tendríamos en nuestras cordilleras bandas de niños salvajes y llenos de energía cometiendo tropelías constantemente. Los padres exigirían que sus hijos les fueran devueltos sanos y salvos, lo que sería una misión imposible, pues los pocos que pudieran recuperarse volverían con sobrepeso y diabéticos y enseguida huirían de nuevo a las montañas recubiertas de dulce azúcar para llevar otra vez una vida licenciosa. Y lo peor es que tendríamos las manos atadas para impedir esto, que nunca ha estado bien visto disparar contra niños, aunque sean delincuentes y alpinistas.

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